En el trabajo desarrollado por AgroecologiCAM en la identificación de iniciativas y proyectos de referencia para el impulso de la agroecología desde las políticas públicas hemos entrevistado a Ignasi Martínez Murciano, alcalde del Ayuntamiento de Tagamanent.
En este municipio han construido un obrador municipal para el impulso de la transformación alimentaria a pequeña escala y favorecer el desarrollo de tejido económico compatible con su entorno.
AgroecologiCAM. ¿De dónde nació la idea o necesidad de realizar el proyecto del obrador colectivo?
Ignasi. Básicamente nosotros somos un pueblo pequeñito, de 300 habitantes en una zona rural. Tenemos 40 km² de zona rural, de la que casi un 90% está dentro del Parque Natural del Montseny también con una zona de Especial Reserva de la Biosfera. Desde hace unos años se están recuperando casas que estaban semi-abandonadas y masías, por gente que viene a instalarse de nuevo en el campo, y parte de esta gente no busca una casa-dormitorio, sino vivir de nuevo en el medio rural y desarrollar una pequeña actividad económica con la que vivir aquí.
En un principio nos encontramos con dos o tres personas que estaban rehabilitando una serie de proyectos y querían desarrollar una actividad agroalimentaria y que tenían el problema vinculado con los registros sanitarios y tener que hacer una gran inversión para materializar sus proyectos. Entonces, entendimos la problemática y la necesidad de que muchos de estos proyectos podían no desarrollarse por el hecho de que la parte final del proyecto, relacionada con la comercialización del producto no tenía viabilidad, básicamente porque a nivel técnico y económico era muy complicado hacer un obrador.
Además, vimos que, aunque estos estos proyectos necesitasen de un obrador no lo iba a estar utilizándolo cada día, y ahí nos vino la idea de por qué no hacíamos un espacio compartido, donde los diferentes productores y productoras puedan compartir un espacio y así fomentábamos que se puedan desarrollar estas actividades económicas dentro del municipio.
En definitiva, la idea nació de una necesidad de los propios vecinos y vecinas.
A. Aunque la idea partiera de las necesidades de las personas de Tagamanent, el obrador lo habéis realizado desde el Ayuntamiento. ¿De dónde han obtenido los recursos y la financiación?
I. La iniciativa salió desde el Ayuntamiento desde el primer momento y, ahora que está funcionando, quien gestiona y quien tiene la titularidad es el ayuntamiento; es municipal.
El obrador también lo hemos desarrollado desde el Ayuntamiento. Digamos que hemos tenido apoyo moral de instituciones como la Diputación de Barcelona y la Generalitat, y cuando el obrador ya estaba construido y funcionando y nos llegó una ayuda para lo que era la dinamización de los productores y productoras.
Además de la inversión hecha por el Ayuntamiento ha habido mucho voluntariado de los propios vecinos y vecinas y de las personas que iban a usar el obrador… nos ayudaron a pintar, en la instalación de fontanería… Digamos que ha sido algo muy casero.
A. ¿Cuántos proyectos están utilizando el obrador ahora mismo y qué tipo de productos se transforman en él? ¿Qué superficie tiene el obrador?
I. Ahora tenemos 15 proyectos fijos, y además los eventuales, que son pequeñas producciones que, en general, tienen en momentos puntuales excelentes de huerta. Y los proyectos fijos son muy variados, desde pan, pasando por mermeladas, tapenades, pastelería, cosméticos naturales, frutos secos, quesos, helados… Es muy variado.
El denominador común es que todos son proyectos muy pequeños y que son autónomos, de una persona o dos como máximo, que están empezando. El obrador tiene que servir para que puedan desarrollar su actividad y que, el día de mañana, si va todo bien, puedan tener el suyo propio. Pero ya te digo, tenemos siempre actividad, a diario tenemos siempre a algún productor por aquí.
Y de tamaño, el obrador no es muy grande, debe tener alrededor de 20 metros cuadrados, es como una cocina industrial.
A. ¿Cuáles han sido las dificultades que habéis tenido en el proceso de la ejecución del obrador?
I. Las dificultades más importantes han sido dificultades burocráticas, a nivel urbanístico porque el obrador está en el mismo edificio del Ayuntamiento, y luego el desconocimiento o la desinformación que hay con el tema de registros sanitarios, los diferentes niveles de registro sanitario, hay mucha confusión con todos estos temas. Como hay mucho desconocimiento al final se ponen más problemas que los que en realidad existen.
A. ¿Habéis necesitado de algún tipo de adaptación a la normativa para obtener el registro sanitario?
I. Aquí la Diputación de Barcelona sí que había editado en su día una guía de los tres niveles de registro, que es el registro estatal, el registro autonómico catalán y el registro municipal. Nosotros hemos adoptado el registro municipal, que es el que tenemos aquí que tienen unas limitaciones, unas ventajas y desventajas. También contamos con la información de un manual de obradores colectivos que habían hecho en Valencia y, con estos documentos hemos desarrollado las bases de acceso, la reglamentación de uso y una ordenanza de precios públicos para el uso del obrador.
Con ello hemos creado jurisprudencia, porque están aprobados, evidentemente es un documento oficial y todo esto no existía, digamos que hemos sido de los primeros en hacer esta documentación. Ahora, nos contactan desde diferentes puntos de España donde quieren hacer un obrador, y compartimos lo que hemos generado.
A. Decíais que habíais optado por el registro municipal. ¿Qué implica este registro?
I. En el registro municipal lo que dice es que sólo el 30 por ciento de la producción puede ir a industria alimentaria, el 70 por ciento se tiene que vender de manera directa dentro del municipio.
Para nosotros lo más importante es que el producto esté hecho en buenas condiciones, que se cumplan las condiciones para garantizar la seguridad alimentaria en todo el proceso de elaboración del producto; que los productos, las instalaciones, la actividad, todo el proceso y los controles de sanidad… Esté todo bien hecho, que el producto salga en condiciones.
En definitiva, que esté asegurada la seguridad alimentaria a lo largo de todo el proceso.
A. ¿Es posible producir en ecológico en el obrador?
I. Ninguno de los proyectos cuenta o ha pedido la certificación en ecológico, pero el obrador está preparado. No hay ningún problema porque al final, entre proyecto y proyecto, entre que sale uno y entra el otro quedan las instalaciones limpias y desinfectadas. Pero claro, esto es sólo una parte del proceso, porque el certificado ecológico empieza porque los productos, la materia prima, etc. sean ecológicos; la transformación es una parte del proceso.
A. ¿Cuál es la demanda del obrador? ¿Os han hecho demandas que no podáis cubrir desde vuestras instalaciones?
I. De momento no. Hay mucha demanda para venir a utilizarlos, pero no toda la demanda es acogida por el obrador; porque cuando alguien solicita su uso lo que se inicia es un proceso de documentación. El obrador está pensado para el desarrollo de una actividad económica y lo que ofrecemos es un servicio de asesoramiento para la creación de empresas. En esa primera fase ya hay mucha gente que no da el primer paso, porque no sabe estos requisitos.
Para utilizarlo hay que tener una figura tienes que ser autónomo o tener una sociedad, tener un seguro civil, haber definido un proyecto de todo el proceso de producto para que se valide la seguridad alimentaria, etc. O sea, el hecho de que sea un obrador municipal no quiere decir que no se hagan cumplir la normativa que tiene que cumplir cualquier empresa que monte elaborador en su casa o en su finca.
La normativa es la misma, lo que pasa es que para que eso no sea un problema, también les damos un apoyo de hacerles un seguimiento, crear un plan de empresa, hacer un estudio de marketing, etc. de su proyecto. No sólo venir a hacer el producto, sino que es dar este apoyo y ahí en esos primeros trámites en lo que muchos proyectos se caen. Ofrecemos algo más integral para que, junto con el obrador, se fomente un tejido económico local en nuestro territorio.