Nofre Fullana: Aspiramos que el sector ecológico de aquí sea más parecido a la agroecología que no una producción ecológica sólo de reglamento, a que los beneficios de la producción ecológica reviertan en nuestras islas.
Desde AgroecologiCAM entrevistamos al director técnico de APAEMA, la asociación de producción agraria ecológica de Mallorca, una entidad que comenzó con 15 personas socias y actualmente alcanza 460; siendo una de las referentes en el asociacionismo en la producción ecológica en el estado español.
AgroecologiCAM: ¿Cuándo y porqué nace APAEMA?
Nofre: APAEMA nace en el 2006 a partir de la idea de 15 productores y productoras de Mallorca con el objetivo de promocionar y fomentar la agricultura ecológica y la agroecología, y crear una entidad que estuviera al frente del sector, tanto desde el punto de representación como de vigilar la competencia desleal y acciones del sector convencional que nos pudieran acarrear problemas.
A partir de ahí, la asociación empieza a caminar haciendo acciones concretas: empezamos haciendo la Diada de Agricultura Ecológica, que es una feria anual donde los productores y productoras exponen sus productos, venden, y además organizamos una serie de actividades para la sensibilización y promoción de la producción ecológica, como charlas, cursos, etc. Esta actividad la seguimos y, poco a poco, a partir del año 2009 empezamos a hacer otras cosas; un poco instigados por los propios socios y socias, que por aquel año ya llegábamos a 80 y en ese momento había un grupo muy activo. Así empezamos a hacer formación, asesoramiento técnico… y poco a poco fuimos creciendo. A fecha de hoy somos 460.
AgroecologiCAM. Dices que empezasteis siendo 15 personas socias y, en 15 años habéis pasado a ser 450. ¿Cómo se ha dado un proceso tan positivo en el aumento de vuestra base social?
El crecimiento ha sido progresivo. Sí es verdad que cuando empezamos a hacer formación y asesoramiento hubo un pico de inscripciones, pero en general ha sido bastante continuo. Hay altas y bajas, evidentemente, pero estamos en un saldo de alrededor de 35 socios más por año. Y el crecimiento también ha tenido que ver con nuestra capacidad de hacer más cosas, abarcar más necesidades y problemáticas dentro del sector.
A APAEMA le pasaba como a todas las asociaciones: que nos faltaban muchos recursos. En 2009 podíamos disponer de una persona a tiempo completo, pero claro, una persona no puede tocar todas las teclas que son necesarias para el sector: formación, asesoramiento, llevar la promoción de las personas socias, etc.
Aumentamos nuestra capacidad y recursos, por un lado, en base a ir presentando proyectos a convocatorias, pero, sobre todo, hubo un punto de inflexión muy fuerte cuando en 2009 se hizo una campaña de préstamos en la que socios y socias nos prestaban dinero para poder hacer frente a proyectos más concretos. A partir de ahí APAEMA comenzó a caminar con paso firme.
Y ahora podemos decir que contamos con 11 personas dentro del equipo técnico realizando, principalmente, formación: desarrollamos alrededor de unas 60 acciones formativas al año que creemos que están teniendo un impacto importante en el sector; asesoramiento técnico, que también es uno de nuestros pilares donde trabajan dos técnicos; y después están los proyectos de dinamización, como por ejemplo el obrador compartido, donde trabajan dos técnicas.
AgroecologiCAM. Entre las personas socias, además de gente del sector productivo ¿hay otro tipo de perfiles? ¿Cómo es la organización dentro de APAEMA?
Si, nosotras diferenciamos entre dos tipos de personas socias. Las de pleno derecho, que son las personas que están inscritas en el CBPAE, en el consejo regulador y, por tanto, tienen un número de productor o elaborador. Y después las simpatizantes, que a lo mejor son productores que no tienen certificación, consumidores o bien personas que nos quieren dar apoyo. Los servicios que prestamos a las personas socias de pleno derecho y a las simpatizantes son los mismos y la cuota también, 45 euros al año. La única diferencia es a la hora de formar parte de la Junta Directiva y de tener voto. Todos los socios tienen voz, pero voto tienen únicamente los de pleno derecho.
Y nos organizamos como cualquier asociación, con su asamblea de socios, una junta directiva, compuesta actualmente por 13 personas, y el equipo técnico. Y, aparte, tenemos lo que llamamos comisiones de trabajo, donde participan socios y socias alrededor de una temática concreta. Por ejemplo, una comisión que funciona muy bien es la de apicultura ecológica, donde ahora hay 70 personas que comparten información, hacemos compras conjuntas, organizamos jornadas, etc.
AgroecologiCAM. Y desde el equipo técnico, que decías que actualmente estaba compuesto por 11 personas, ¿cómo se sostiene?
Todas las personas del equipo estamos relacionadas con algún proyecto concreto. Es decir, nuestra financiación llega, alrededor de una 60 % a través de ayudas públicas, de convocatorias donde nos presentamos con un proyecto determinado y nos lo dan o no; y el otro 40% a través de las cuotas de las socias y otros servicios que hacemos desde la asociación: cursos propios donde se hace pagar una pequeña matrícula a las personas inscritas; trabajos de asesoramiento profesional, donde presentamos una propuesta y presupuesto a la finca en concreto; trabajos para los ayuntamientos, ya sean formaciones o los huertos sociales que dinamizamos… Y otras cosas puntuales como la venta de la agenda de agricultura ecológica que editamos cada año.
AgroecologiCAM. En relación a convocatorias en las que presentáis proyectos, ¿cuáles son los principales proyectos que habéis o estáis desarrollando?
Desde el punto de vista comercial fuimos creadores del Mercado Ecológico de Palma, que viene funcionando desde 2010 y es un referente desde el punto de vista de la comercialización en Mallorca; y, en 2017, impulsamos una cooperativa que se llama Pagesos Ecològics de Mallorca, que está formada por 40 personas que comercializan conjuntamente carne, huerta y fruta. Con esta cooperativa, en septiembre de 2020 empezamos a vender hortaliza y fruta a comedores escolares y guarderías y en febrero de 2021 comenzamos con un proyecto de comedores escolares con 7 escuelas, también con la misma cooperativa.
En el ámbito de la transformación alimentaria presentamos el proyecto piloto de un obrador compartido a las ayudas de la medida de Cooperación del Plan de Desarrollo Rural de las Islas Baleares. Para su desarrollo montamos un grupo operativo con una cooperativa que tenía una cocina industrial y desde APAEMA, con esta ayuda, pudimos contratar personal y ofrecer el servicio de elaboración de un obrador compartido a los elaboradores y elaboradoras. El proyecto nos ha permitido tener personal; poder hacer pruebas y análisis; terminar de equipar la cocina… Y ahora ya llevamos tres años y estamos bastante contentas. Para este 2021 queremos, por un lado, abrir la posibilidad de que los productores y productoras puedan alquilar ese espacio sin necesidad de contratar el servicio, que lo hagan ellas mismas y, por otro, conseguir otras ayudas para mantener el espacio, porque todavía no hay suficiente cantidad de producto ecológico que se elabore para que el proyecto sea viable económicamente.
Y, ya en el ámbito de la visibilización y sensibilización, tenemos a María Antonia, que lleva los proyectos de huertos sociales y huertos escolares y también se encarga de todo el tema de promoción: de organizar la Diada, de montar un directorio web donde estén todos los socios y las socias, etc.
AgroecologiCAM. Los Canales Cortos de Comercialización están aumentando su relevancia, entre otras cosas, como un canal que permite a la producción retener una mayor parte del valor y también se están abriendo paso en las políticas públicas. ¿Nos puedes contar algo sobre el surgimiento y funcionamiento del Mercado Ecológico de Palma tras 10 años de venta directa de productos locales, frescos y ecológicos?
En el año 2010 fuimos a hablar con el ayuntamiento y les explicamos que esto era una necesidad, no sólo del sector de la producción ecológico, sino también de los consumidores y consumidoras que vienen demandando este tipo de productos y una mayor cercanía con las personas que los producen. En ese momento gustó la idea, presentamos un pliego de condiciones para poder participar en el mercado, como una especie también de órgano de gestión, una comisión que se reúne una vez al mes, etc.
Ahí empezamos y, desde APAEMA, nos encargamos del control interno de producto porque en los pliegos de condiciones marca que como mínimo tiene que haber un 80% de producto propio; y de la dinamización del grupo de productores y productoras, que ahora mismo son 14, y son 2 días por semana. Para poder participar en el mercado ellos pagan la cuota es de 30 € al mes a APAEMA, por el trabajo de promoción, y 32 € al Ayuntamiento por el puesto. Es decir, por 62 € al mes un agricultor o agricultora puede vender allí, y es un mercado muy bueno, donde se hacen cajas de entre 900 y 1.500 € cada día.
En Mallorca nos pasa, con el producto fresco y ecológico, que tenemos más demanda que oferta, por lo que estamos intentando promover nuevas incorporaciones al sector y de coordinación entre ellas. En este sentido, como decía antes, hemos impulsado, en la cooperativa que constituimos, un proyecto de coordinación de producciones con una planificación de cultivos conjunta para abastecer mejor el mercado y otros canales como escuelas o guarderías, que piden un poco más y necesitan más constancia.
AgroecologiCAM. ¿Qué particularidades creéis que tiene en Mallorca la producción ecológica respecto a otros lugares?
Es importante decir que aquí, en Mallorca, hasta hace poco se ha considerado que la producción ecológica era sinónimo de agroecología, porque la agricultura ecológica la desarrollaban familias con fincas pequeñas, incluso familias que no habían hecho todavía el paso a la agricultura convencional, es decir, que usaban métodos de base orgánica y tradicionales. Por ello, a la gran mayoría no le supuso ningún problema hacer el cambio a la agricultura certificada, veían que era un paso natural, que era prácticamente la agricultura que hacían y que podían conseguir un precio más justo para sus productos. Así la mayor parte de gente que ha dado el paso de hacer agricultura ecológica también se ha certificado en el CBPAE; porque además tiene cuotas anuales muy asequibles y también hay demanda.
Y, por otra parte, también porque tenemos un Consejo Regulador, que es una entidad semipública, muy participativa, con unos precios de certificación muy asequibles y con un personal técnico que vienen del sector agrario ecológico y esto se nota mucho en que tenemos muy buena relación y una filosofía parecida y estamos en permanente contacto y nos tenemos en cuenta a la hora de tomar decisiones importantes que afectan al sector ecológico.
Estos dos factores, las características del sector agrario y del Consejo Regulador, han facilitado que, hasta hace poco, la agricultura ecológica en Mallorca sea sinónimo de agroecología. Sin embargo, con el aumento de la demanda y, desde la crisis económica de 2009-2010, hemos visto como hay un cambio. Así como hace tiempo, hacer agricultura ecológica, en Mallorca era sinónimo de hacer o de participar de un cambio de sistema y apostar por un consumo crítico y transformador ahora hay fincas que están produciendo en ecológico, no por convicción o por filosofía sino porque hay un mercado que demanda producto eco y, desde hace tres año, están empezando a entrar grandes empresas a hacer agricultura ecológica y, llegados a este punto, en nuestro caso, como hizo SEAE, hemos diferenciado en nuestros estatutos lo que es agricultura ecológica y agroecología; porque creemos que es importante diferenciarlo. En el momento que hay empresas en Mallorca que hacen una agricultura ecológica puramente de Reglamento y no miran aspectos de justicia social o económica, en ese punto creímos que era necesario.
AgroecologiCAM. ¿No ha habido ninguna reticencia para certificarse por parte del sector?
Ha habido algunos casos de gente que ha empezado a producir y no se ha inscrito en el CBPAE, sobre todo es gente vendí toda su producción a algún grupo de consumo. Pero se ha llegado a un punto en el que yo no conozco ningún caso que no se ha dado de alta en el CBPAE. Algunas reticencias que existían o existen tiene que ver con la burocracia que conlleva, los cuadernos de campo, volantes de circulación y cosas así… que a cualquiera le supone un trabajo.
En su momento hicimos formaciones y acompañamiento a la hora de certificarse y los trámites necesarios, pero hace tiempo que no hacemos ninguna. Hay que decir también que los técnicos del CBPAE son muy amables en esto, dan las instrucciones necesarias… Cuando un técnico viene del sector es más fácil que comprenda estas dificultades.
AgroecologiCAM. ¿Hay algo en lo que os gustaría incidir de cara al futuro? ¿Alguna necesidad o proyecto que querríais realizar?
Actualmente estamos en una fase en el que la asociación necesita de un sitio físico; tenemos muchas ideas de proyectos que podrían ser viables, pero sin tener un sitio propio, un espacio logístico y otras instalaciones, vemos que todavía somos muy dependientes de la administración o de otros proyectos. Tener un sitio nuestro nos permitiría no sólo desarrollar mejor los proyectos que estamos llevando a cabo ahora mismo, sino también aspirar a tener una mayor autogestión y poder decidir en la puesta en marcha de nuevos.
AgroecologiCAM. Hace un año vivimos una situación con las restricciones de movilidad debido a la Covid que generó, en otros lugares, un fuerte impacto para las producciones pequeñas, locales y/o agroecológicas. ¿Cómo lo vivisteis en APAEMA? ¿Tuvisteis apoyos desde la administración pública? ¿Pudisteis generar alternativas a esas restricciones?
Si no recuerdo mal, aquí en Baleares fuimos de las primeras comunidades autónomas donde se levantó la prohibición de celebrar mercados semanales y diría que a principios de abril ya se reanudaron, con todas las restricciones y medidas sanitarias posibles; así que en la venta de producto fresco no se notó nada. Al revés, se incrementaron durante el confinamiento porque muchos consumidores empezaron a consumir local. Hubo muchas iniciativas de llevar el producto a casa y venta a domicilio, pero cuando hubo la desescalada y el desconfinamiento la gente volvió a su consumo habitual, en muchos casos de grandes superficies.
Quienes sí en una situación crítica porque su producto está muy asociado al turismo son los sectores del aceite y del vino y el sector de elaborados en general, de hecho hay empresas que directamente han cerrado. Instigados por esto, hubo dudas de cómo afrontar esta situación y pusimos en marcha un grupo de WhatsApp donde los socios compartían información y se apoyaban mutualmente. Ha funcionado bastante bien, aunque es insuficiente, pero han surgido iniciativas como complementar las cestas a domicilio con aceite y vino, o los puestos de los mercados se complementaban con estos productos elaborados.
AgroecologiCAM. ¿Creéis que vais a tener apoyo desde las políticas públicas para el fomento de la producción ecológica local? Al menos la reciente Ley Agraria Balear parece ir en ese sentido.
La intención está. La ley agraria que hizo el antiguo gobierno de la legislatura pasada iba muy enfocada hacia aquí y consideraba al sector ecológico y local como un sector estratégico. ¿Qué pasa? Que la ley se tiene que desarrollarse en normativas específicas porque una ley no deja de ser un marco de referencia. En esta legislatura actual, está gobernando Podemos. Y nos sorprende bastante que, en lugar de apostar firmemente por la agroecología, están intentando contentar a todos los sectores y sus políticas, a veces recuerdan incluso políticas de gobiernos de derechas en que tienen cierta connivencia con grandes superficies y grandes empresas.
Para que te hagas una idea, a nosotros APAEMA, y las otras organizaciones de Menorca e Ibiza – APAEM y APAEF-, nos apartaron de las mesas de negociación del sector porque decían que los únicos interlocutores eran los sindicatos. Unos sindicatos que todavía no han incorporado la palabra agricultura ecológica en sus discursos, ya no te hablo de agroecología. Por ello, hemos estado desorientados un año y medio hasta el verano pasado, que hubo un acercamiento… pero aún estamos ahí.
Es decir, si miras las ayudas del Plan de Desarrollo Rural los productores y productoras por ser ecológicos pueden aspirar a tener un mayor porcentaje de ayuda, o tener más puntos para tener una ayuda; pero, aunque la ley agraria nos identifique como sector estratégico, las asociaciones o el movimiento agroecológico que tenemos en Baleares no tiene ventajas en comparación con los sindicatos o empresas grandes a la hora de desarrollar proyectos. Y es un poco frustrante la verdad.
Hemos tenido la suerte que el CBPAE tiene unos principios muy parecidos a los nuestros y colaboramos para el fomento del sector ecológico local. Y mientras se mantenga, nosotros aspiramos que el sector ecológico de aquí sea más parecido a la agroecología que no una producción ecológica sólo de reglamento, a que los beneficios de la producción ecológica reviertan en nuestras islas.