En la Comunidad de Madrid el margen que nos da el PDR es importante. Hay que encontrar formas de apoyo público al sector agroecológico.

En nuestro recorrido en la identificación de políticas públicas que sirvan de impulso y desarrollo para la agroecología hemos entrevistado a Tomás García Azcárate, científico en el Grupo de Investigación sobre Desarrollo Territorial Sostenible del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC.

El fomento de pequeñas empresas, certificaciones, compra pública, saltos de escala y el PDR como herramienta de impulso en el sector agroecológico son las “pistas” que nos ha dado para el camino que queda por recorrer.

A: Uno de los objetivos del proyecto AgroecologiCAM es el estudio de los ámbitos en los que habría que incidir para el fomento de la agroecología en la Comunidad de Madrid. ¿Cuál crees que podría ser un punto de inicio?

T: Muchos de los problemas que tiene la agroecología en relación con la PAC, en tanto que las ayudas del Pilar I y las medidas del Pilar II no les son muy útiles, no son debidas a su carácter agroecológico, sino a su carácter de micro y pequeñas empresas.

Favorecer la implantación y consolidación de estas empresas supone favorecer a la agroecología, ya que aspectos como el paquete higiénico sanitario o la legislación especial para la agrupación de producciones de frutas y hortalizas están pensados para entidades de mayor tamaño. Incidir en el apoyo en la creación, impulso y consolidación de este tipo de empresas desde diferentes ámbitos, producción, transformación, comercialización, etc. es una forma de apoyo al sector y también una manera de conseguir más alianzas.

A: En relación a lo que dices, un estudio sobre el sector agroecológico de la Comunidad de Madrid identificaba que, si bien se trata de un sector en auge, se sigue componiendo de iniciativas pequeñas, ya que casi el 70% está formado por proyectos en los que trabajan de 2 a 5 personas. Otra característica relevante es que la proporción de proyectos que se certifican en ecológico ha disminuido un 17%.

T: Para mí la certificación ecológica es una certificación para la exportación y para grandes zonas de exportación. Yo publiqué un artículo donde digo que la agricultura ecológica, que se impulsó desde proyectos pioneros, tiene la tendencia a convertirse en un futuro en una agricultura empresarial.

Lo que ya he visto en algunos proyectos de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid en los que he estado es que muchas iniciativas pioneras que comenzaron con la agricultura ecológica y se certificaron, se están saliendo del sistema porque no les compensa, y encuentran alternativa en la venta directa, los circuitos cortos de comercialización, las certificaciones participativas… En definitiva, en la construcción de confianza entre la producción y el consumo.

Creo que puede haber y tiene que haber, ayudas para la agricultura ecológica pero también que esto no es tan decisivo, eficaz o importante en la Comunidad de Madrid como lo puede ser en Valencia, Andalucía o Aragón. Hay que encontrar otras formas de apoyo público y dos medidas muy importantes son las de Cooperación y los Grupos de Acción Local.

A: Sin embargo, si venimos diciendo que la compra pública puede ayudar al salto de escala de los proyectos agroecológicos, aquellos que no contasen con la certificación ecológica podrían tener menos posibilidades.

T: Cuando te metes en compra pública es necesario que haya un mecanismo de construcción de garantía, eso es evidente, pero esta garantía puede ser distinta a la certificación ecológica, que en la Comunidad de Madrid yo creo que no va a responder y que actualmente no responde.

En el sentido de la compra pública una cuestión a resolver primero, dado el tamaño de los proyectos del sector en la Comunidad de Madrid, es el tema de la logística y creo que se podría resolver en gran parte si en Mercamadrid hubiera una nave para productos certificados, con una amplia gama de certificaciones de confianza.

Mercamadrid es una empresa pública que además tiene beneficios y que tiene que tener, como todas las empresas, una política de Responsabilidad Social Corporativa. Esta política se podría usar para el apoyo a un espacio logístico que favorezca a las pequeñas producciones de la zona de influencia de Madrid y podría estar dentro de las medidas de cooperación del PDR.

Una vez resuelto el tema de la logística se puede resolver el tema de la demanda pública, que es fundamental para crear los canales de comercialización, para crear el volumen. Cuando has saltado de escala ya estás en otra dimensión.

A: Además de la compra pública hay otras iniciativas, como los supermercados cooperativos, que también pueden suponer un impulso para el salto de escala.

T: Hay todo un debate en relación al salto de escala en el mundo de la agroecología. Iniciativas como el supermercado cooperativo La Osa, la red de tiendas ecológicas… Son muy positivas pero también vemos como ahí se está metiendo la gran distribución.

España tiene una particularidad con respecto a otros países, que tenemos una red extremadamente densa de comercio de proximidad, pero también están los supermercados. En Francia ya muchos supermercados tienen un rincón para los productos locales y esto, dentro del mundo de la agroecología, puede ser visto como un peligro por aquellos proyectos que han desarrollado canales de comercialización alternativos.

Sin embargo si tienes canales alternativos siempre vas a poder defender mejor el valor de tu producto. Como muchas cosas, es una oportunidad, un reto y un peligro al mismo tiempo, porque la capacidad de absorción de los supermercados es tan grande que se puede caer en el monocanal, y hay que huir del monocanal como de la peste.

A: Hemos hablado de fomento de pequeñas empresas, certificaciones, compra pública y saltos de escala. Si pensáramos al contrario, en las políticas públicas que habría que eliminar o modificar porque son perjudiciales para el sector agroecológico o, en definitiva, para un sistema agroalimentario más justo y sostenible, ¿en qué piensas?

T: Pienso en los derechos históricos, las ayudas de la PAC se dan por referencias históricas y eso es algo que sólo pasa en España. Si pasas de una política de ayudas con referencia a derechos históricos a una política de ayudas finalistas, es decir, orientadas a un fin y cuanto más orientadas a la producción de bienes públicos mejor, estás creando un marco favorable. Pero el margen que tenemos desde Madrid para influir en este debate es extremadamente limitado.

Que la futura PAC sea la PAC de la transición agroecológica es una batalla XXL, a librar en 28 países, en cambio creo que en la Comunidad de Madrid el margen que nos da el Plan de Desarrollo Rural es importante. Hay que encontrar formas de apoyo público al sector agroecológico y en el PDR se puede hacer prácticamente de todo.

El menú de medidas elegibles es muy amplio y aunque eso no quiere decir que no haya limitaciones, hasta que lleguemos a ellas nos queda mucho camino por recorrer.